Hoy es el DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL y me gustaría aprovechar la ocasión para inaugurar el blog compartiendo esta gran frase, y una reflexión:
“La salud no lo es todo, pero sin ella todo lo demás es nada”
Nunca hemos vivido en una época de mayor preocupación por la salud física como en la que nos encontramos actualmente, y la mayoría de nosotros dedicamos una buena cantidad de tiempo y dinero a prevenir el deterioro de nuestra salud física:
- Vamos al gimnasio o hacemos deporte.
- Tratamos de consumir comida de calidad y evitamos excesos como el azúcar (Coca Cola Zero ya supone el 30% de los ingresos de esta marca en España, por ejemplo).
- Cuidamos nuestra piel del sol y otros agentes dañinos.
- El número de fumadores desciende cada año.
- El consumo de drogas y alcohol en adolescentes también está en descenso.
Por otra parte, no sólo tratamos de prevenir el daño a nuestra salud sino que cuando nuestra salud peligra corremos inmediatamente a buscar ayuda médica, hasta el punto en que el sistema de salud está completamente saturado. Si nos duele algo vamos al médico, es así de sencillo, y situaciones como éstas nos parecerían imposibles:
- Que alguien se quede en su casa con una pierna rota porque “ya se arreglará con el tiempo”.
- Orinar sangre durante un mes y no hacer nada ya que “seguro que se quita solo”.
- Tener punzadas constantes en el pecho y pensar que “debería ser lo suficientemente fuerte como para superarlo sin ayuda”.
- Tener una fuerte reacción alérgica a un alimento y no acudir a urgencias porque “la gente va a creer que estoy enfermo”.
Si esto le ocurriera a un conocido nos llevaríamos las manos a la cabeza y trataríamos de convencerle por todos los medios de que acuda a un profesional. Sin embargo, cuando lo que está en juego es la salud mental, de repente todo cambia y nos parece perfectamente normal que alguien que tiene un alto nivel de sufrimiento en su vida diaria no trate de mejorar su calidad de vida y acabar con ese sufrimiento, y se limite a esperar a que desaparezca (en muchos casos empeorando su situación, tal y como empeoraría una pierna rota sin atención médica al soldarse mal el hueso).
Todos sabemos por experiencia lo mucho que cuesta disfrutar de la vida cuando nos falta la salud, e incluso las cosas buenas dejan de serlo si no estamos en condiciones de disfrutarlas (como celebrar tu ansiada fiesta de cumpleaños teniendo gastroenteritis), por ello os animo a todos y a todas a que tratéis vuestra salud mental con el mismo cariño con el que cuidáis vuestra salud física, ya que ambas son igualmente importantes.
Si cuando sufres por causas físicas acudes al médico, cuando sufras por causas psicológicas acude al psicólogo. ESTAMOS PARA AYUDARTE.